Nos alegramos mucho de que estés aquí. ¿Has oído lo último y lo mejor? A partir de este año, ¡seguimos en camino de ver CERO lenguas sin la palabra de Dios para el año 2033! Esto significa que, gracias a la aceleración de este movimiento por parte del Señor, podríamos ver cumplida esta pieza catalizadora de la Gran Comisión durante nuestra vida.

Y la buena noticia es que no tenemos que quedarnos sentados y ser testigos de ello. Tú y yo hemos sido elegidos por el Todopoderoso para participar íntimamente.

¿Cómo podríamos nosotros, los que hemos sido salvados por Jesús, descuidar el papel principal al que nos ha invitado? Si Jesús te ha liberado, has sido llamado a una historia más grande que la tuya. De hecho, lleva escribiendo esta historia desde el principio de los tiempos.

Ya en Éxodo 9:16, Dios se propone mostrar su gloria entre las naciones, diciendo a Israel: «Para esto mismo os he levantado, para mostraros mi poder y para que mi nombre sea proclamado en toda la tierra» (NVI). Su búsqueda de su pueblo continúa cuando envía a Jesús a la Tierra para restablecer la relación entre Dios y el hombre. Como última palabra a sus discípulos, Jesús les ordena con «toda autoridad en el Cielo y en la Tierra» que «vayan y hagan discípulos de todas las naciones, enseñándoles a obedecer todo lo que yo les he mandado» (NVI).

¿Te conmueve este mandamiento el corazón como a nosotros? Al leer la palabra de Dios, Él nos revela que conocerlo, obedecerlo y compartirlo es el gran propósito de nuestras vidas en este lado de la eternidad. La Palabra de Dios no sólo tiene el poder de transformarnos personalmente, sino que, a través de la traducción de la Biblia, Jesús abre el camino para que las vidas de todos los pueblos del mundo también sean transformadas. Él nos invita amablemente a participar en este cumplimiento de su palabra a través de la oración.

Te invitamos a pedirle a Dios que cargue tu corazón por los sin Biblia. Pregúntale cuál puede ser tu papel en Su historia de transformación. La realidad es que estamos en la cúspide de la historia global de la Iglesia. Y el enemigo está haciendo todo lo posible para dividir, distraer y destruir el avance de la Palabra de Dios a los que aún no han oído.

Esta batalla espiritual se libra por los corazones y las mentes de los perdidos en naciones de todo el mundo. Al interceder en la oración por los sin Biblia, estamos declarando desde qué lado del campo luchamos. Estamos uniendo fuerzas con el cuerpo eclesiástico mundial y pidiendo a Dios que se mueva para que sus buenas nuevas lleguen a cada corazón anhelante. En Santiago 5:16, aprendemos que «la oración del justo es poderosa y eficaz». Además, cuando rezamos, ponemos nuestro corazón en un estado de dependencia mientras esperamos y confiamos en el plan de Dios. En esta batalla, el enemigo no tiene ninguna posibilidad.

Llegados a este punto, puede que te estés preguntando «¿cómo me comprometo realmente a rezar así?». Tu lugar en la tribu Pray for Zero representa un momento crucial tanto en tu vida de oración como en tu lugar dentro de la Gran Comisión. En este movimiento internacional de oración, personas como tú se unen a líderes mundiales, estudiantes universitarios, madres y padres, misioneros, profesionales de los negocios, pastores y niños, y se unen bajo una misma misión. Nos comprometemos en la labor que Dios ya está realizando al orar por la traducción de su Palabra «para que todo el mundo, de oriente a occidente, sepa que no hay otro Dios» (Isaías 45:6a, NLT).

¿Se imaginan la celebración que se producirá cuando los más de 60.000 de nosotros veamos esas plegarias atendidas? Llegará el día, si el Señor quiere, en que el número de pueblos sin Biblia llegue finalmente a cero. ¿Estarás allí regocijándote con nosotros cuando veamos cumplirse esta parte de la historia de Dios? Esperamos que ocupes tu lugar en la historia con nosotros, mientras Dios atrae nuestros corazones para orar por las cosas que Él ama.

Breanne Heine